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BELLEZA DESCONOCIDA, DIVERSIDAD DESTROZADA

En la encrucijada entre Asia Central y Asia del Sur existe un país que posee maravillosas regiones montañosas, valles desérticos y lagos azules como el cielo. Un país que era rico en tradiciones musicales, literarias y artísticas. Pero, por desgracia, también es un país que a penas consigue vivir en paz. Afganistán está marcado por una larga y turbulenta historia.
Conocemos Afganistán sobre todo a través de la Resolución 1386 del Consejo de Seguridad de la ONU, de la presencia de la OTAN y de las Security Assistance Forces, más conocidas por las ISAF. De forma menos oficialista hablamos de las confrontaciones bélicas en las que participa el ejército alemán desde diciembre de 2001. Controvertidas discusiones sobre el sentido de una intervención militar bélica, que ya supera los doce años de actividades y que inundan las cabeceras de los periódicos en Alemania, con atentados suicidas, tráfico de drogas, mujeres cubiertas con „burcas“ que no saben ni leer ni escribir, son lo que determina nuestra imagen de Afganistán. ¿Se trata de un cliché?

¿Afganos en Alemania?

No sabemos mucho de ese país en el Hindu-Kush. Solo nos enteramos de forma marginal de la existencia de una juventud ansiosa de conocimientos y comprometida, que se vuelca sobre las universidades autóctonas y participa activamente de la reconstrucción del país.
Menos aún se conoce la vida de los afganos en Alemania. Según el Ministerio de Exteriores en la República Federal viven unos 90.000 ciudadanos de origen afgano. Tan sólo 30.000 de ellos han encontrado un nuevo hogar en Hamburgo. Originariamente se trataba de comerciantes afganos de alfombras que abrieron dependencias en el puerto hamburgués, para almacenar su mercancía. Hoy se asienta ahí la mayor comunidad afgana en el exilio de toda Europa. Hay restaurantes y comercios afganos, un banco afgano e incluso un equipo de fútbol afgano, el ASV Hamburg, que juega en la liga de distritos. No hay que olvidar, que muchos afganos no buscaron refugio en Alemania sólo desde el inicio de la misión de las ISAF en el año 2001. Los enfrentamientos bélicos condicionan la vida diaria del país desde la invasión rusa en 1979. La subida al poder de los extremistas islamistas talibán en 1997 provocó también una ola de refugiados que abandonaron el país. Y aún hoy no cesa el flujo de refugiados que buscan en Alemania una mejora y mayor seguridad para sus vidas. Tan solo en 2012 hubo 7500 peticiones de asilo por parte de afganos. Sobre todo aquellos afganos que trabajaron para las fuerzas militares alemanas como traductores o choferes, tras su retirada, temen actos de venganza por parte de los talibán. Tras las recriminaciones de que el ejército deja en la estacada a sus fuerzas auxiliares afganas, ahora Alemania quiere acoger a más afganos amenazados de lo que en un principio se pretendía.

Educación como posibilidad de medrar

Pero Alemania también quiere seguir comprometiéndose con Afganistán. Las instituciones alemanas han reconocido que el hambre de conocimientos de la juventud afgana es un recurso importante para la reconstrucción del país. Con medios del Ministerio de Exteriores el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) otorga becas promocionales y de master, ofrece cursos de ampliación de estudios y ha iniciado un amplio programa de donativos materiales para la educación y los estudios. Además las becas para extranjeros posibilitan a muchos afganos el poder estudiar en Alemania. En la Universidad Técnica de Berlín, por ejemplo, en los cursos de Master de Computer Science se están graduando docentes afganos de informática. Y en la Willy Brandt School de Erfurt la especialidad de „Public Policy“ posibilita a los afganos prepararse para asumir puestos dirigentes en el sector público, en ONGs o en la política.

A principios de 2014 el gobierno ha aprobado la prolongación del mandato para las fuerzas militares. Alemania quiere mantener su compromiso con el país una vez finalice su mandato con la permanencia de hasta 800 soldados. La instrucción y el asesoramiento del ejército y la policía afganos será el núcleo central de esa prolongación de la intervención. El programa civil de reconstrucción será ampliado.

Autora: Julia Mittwoch
Redacción: Hanne Kehrwald

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